Postdata, el suplement de lletres del Levante-EMV, publica avui una entrevista d’Esmeralda Marugan a Mario Benedetti (87 anys ja!), en la qual el poeta es defensa d’aquells que tant i tant han insistit a qualificar de «compromesa» la seua poesia:
Tuve que vivir la realidad de mi país como la vivíamos todos. Pero lo de «comprometida» fue un cartel que me pusieron los que no se comprometían con nada. Era más una descalificación. Lo que sí tengo claro y siempre ha sido así es que, a la hora de escribir, primero tienes que funcionar como escritor en el género que sea y después, comprometerte. Porque por muy magnífico que sea el mensaje social o político, si la palabra es torpe o está mal utilizada, al final se vuelve contra ese mensaje. Pero yo no lo he hecho para ser o no comprometido. Ha sido espontáneo, como una manera de entender y de llevar mis vivencias.
Això no passa només a l’Uruguai, ni Montevideo és tan lluny de nosaltres com podríem arribar a creure. «Compromesa» i «social» són sovint dues etiquetes penjades a la poesia per tots aquells que no es comprometen amb res. Tota poesia és «social» i «compromesa». La qüestió és saber amb què o amb qui.
Credo
A esta altura
no creo en predicadores
ni en generales
ni en las nalgas de miss Universo
ni en el arrepentimiento de los verdugos
ni en el catecismo del confort
ni en el flaco perdón de Dios.
A esta alura
creo en los ojos y las manos del pueblo en general
y en tus ojos y tus manos en particular
Mario Benedetti