Recomane l’entrevista a Bernard Cassen que publica avui la periodista Lorena Ortega en l’edició Comunidad Valenciana del diari El País. Dos fragments:
P. ¿La compra de deuda por parte del Banco Central Europeo puede tranquilizar a los mercados?
R. De ninguna manera. Los mercados financieros siempre exigen más, tienen hambre todo el tiempo. La compra de deuda española es una solución a muy corto plazo. España no está en una situación tan complicada de deuda pública, pero la privada es tremenda y se convertirá rápidamente en pública. Esas deudas son insostenibles. El Banco Central Europeo debe prestar dinero al mismo interés que pide a los bancos privados. Es escandaloso que lo reciban al 1% y hagan préstamos al 5%. Es una estafa y un escándalo. El problema es saber quién va a pagar las consecuencias: los bancos o los ciudadanos. Y parece claro que serán estos últimos porque las entidades financieras no aceptan ninguna reestructuración. Y sin cancelación parcial de la deuda pública no habrá ninguna solución.
P. ¿Qué pasará si los gobiernos no pueden pagar sus deudas?
R. Hay varios escenarios. La reestructuración puede ser organizada por los propios bancos en su propio beneficio. O pueden ser los gobiernos progresistas (que ahora no hay) los que organicen la salida en detrimento de los mercados financieros con medidas como la supresión de los flujos con paraísos fiscales o la lucha contra fraude fiscal. Y hay que optar entre bajar gastos o aumentar los recursos. Ahora se se reducen gastos en detrimento de los servicios públicos. Pero hay otro camino: aumentar los recursos vía tributaria y hacer pagar a los que tienen dinero. El dinero existe y hay que sacarlo de donde está, el problema es simple pero la solución más complicada.
El titular és una frase de Cassen: «No hay coraje político para enfrentarse a los mercados». Més aviat diria hi ha una ferma voluntat política de NO enfrontar-se als mercats. No és por, és connivència, i és precisament aquesta confabulació i aquesta estafa el que hauria de dur els ciutadans des de la indignació a la revolta, al Gran Rebuig.
Nur um der Hoffnungslosen willen ist uns die Hoffnung gegeben.